¿A qué edad empezar con Montessori? 5 claves para elegir bien

¿A qué edad empezar con Montessori? Esta es una pregunta común entre padres y educadores que buscan brindar a los niños una educación basada en el respeto, la autonomía y el desarrollo natural. Entender cuándo iniciar este enfoque puede marcar una gran diferencia en el crecimiento emocional y cognitivo de los pequeños. Si te has preguntado cuál es el momento ideal para incorporar Montessori en la vida de tu hijo, este artículo es para ti. Aquí descubrirás cinco claves esenciales que te ayudarán a tomar una decisión informada y adecuada a las necesidades de tu familia. Al leerlo, aprenderás a identificar las señales de preparación del niño, a evaluar los beneficios según su edad y a elegir el entorno Montessori más adecuado. Además, te ofrecemos consejos prácticos para que este cambio sea una experiencia enriquecedora y positiva. No solo se trata de un método educativo, sino de un camino para fomentar la confianza, la creatividad y el amor por el aprendizaje desde los primeros años. Sigue leyendo para descubrir cómo dar el primer paso en esta aventura educativa que puede transformar la vida de tu hijo.

Tabla de contenido

La importancia de elegir la edad adecuada para iniciar Montessori

Determinar el momento idóneo para introducir el método Montessori en la educación de un niño puede marcar una diferencia significativa en su desarrollo integral. Cada infante tiene un ritmo y una madurez propia, pero existen etapas naturales en las que la mente está especialmente receptiva a la autonomía, la exploración y la adquisición de habilidades prácticas que esta metodología promueve.

La elección acertada de la edad para iniciar contribuye a potenciar la confianza y la motivación intrínseca del niño, aspectos fundamentales en Montessori. Si se empieza demasiado pronto, el pequeño podría sentirse abrumado o confundido, mientras que si se retrasa, puede perder oportunidades valiosas para desarrollar su pensamiento crítico y sus capacidades manuales en pleno auge.

Además, es crucial que los padres y educadores observen señales claras de interés y disposición, que incluyen:

  • Curiosidad constante por el entorno.
  • Capacidad creciente para concentrarse en una tarea.
  • Iniciativa para resolver pequeñas dificultades por sí mismo.
  • Demostrar voluntad de colaborar y seguir rutinas.

Para una orientación más práctica, la siguiente tabla muestra una comparación general de etapas y beneficios asociados a la introducción de Montessori:

Edad aproximada Características de desarrollo Beneficios clave
0-3 años Exploración sensorial intensa Fomenta independencia básica y desarrollo sensorial
3-6 años Mayor concentración y coordinación motriz Potencia habilidades prácticas y lenguaje
6-9 años Curiosidad intelectual en auge Estimula pensamiento lógico y trabajo en equipo

Al cuidar este aspecto inicial, no solo garantizamos una adaptación armónica al método, sino que abrimos la puerta para que los niños se conviertan en aprendices autónomos, curiosos y felices, pilares esenciales en el éxito del método Montessori.

Cómo identificar las señales de preparación en tu hijo para Montessori

Reconocer que tu hijo está listo para iniciarse en Montessori es clave para aprovechar al máximo esta metodología educativa que potencia la autonomía y el aprendizaje natural. Observa con atención sus comportamientos diarios, ya que los primeros indicios suelen manifestarse en un deseo creciente de independencia y exploración consciente. Por ejemplo, si tu hijo muestra interés en realizar pequeñas tareas por sí mismo, como vestirse o recoger sus juguetes, es una señal clara de que su motivación interna está alineada con los principios Montessori.

Además, la capacidad de concentración prolongada es un indicador esencial. Los niños preparados para Montessori suelen sumergirse en actividades durante períodos más largos sin perder el enfoque, disfrutando del proceso y buscando retos adecuados a sus habilidades. Sin presión externa, su atención espontánea revela que están emocional y cognitivamente listos para absorber nuevos aprendizajes en ambientes estructurados pero libres de rigidez.

Otro aspecto fundamental es la sensibilidad hacia el entorno y el orden. El niño que comienza a apreciar la organización en su espacio, dispone sus objetos con cuidado y muestra respeto por sus materiales y los de otros, está cultivando hábitos que facilitarán el acceso a las experiencias Montessori. Esta conciencia inicial de orden fomenta el desarrollo del autocontrol y la responsabilidad personal, pilares esenciales para cualquier niño en esta etapa.

Por último, el interés por las actividades prácticas de la vida cotidiana, como verter líquidos, atar cordones o limpiar pequeños derrames, indica que el pequeño está listo para conectar el aprendizaje con su realidad diaria. Estas prácticas no solo fortalecen la motricidad fina, sino que también consolidan la confianza en sus propias capacidades para interactuar con el mundo, elemento medular de la filosofía Montessori.

Señal observada Qué indica
Buscan independencia Deseo de realizar tareas sin ayuda
Concentración prolongada Capacidad para centrarse sin distracciones
Aprecio por el orden Respeto por el espacio y materiales
Interés en actividades prácticas Preparación para aprendizajes funcionales

Beneficios de empezar Montessori en la primera infancia

Incorporar la metodología Montessori desde la primera infancia impulsa el desarrollo integral de los niños, brindándoles la base para construir conocimientos sólidos y habilidades emocionales. En esta etapa, la mente está especialmente receptiva, lo que facilita el aprendizaje natural y autónomo. Los ambientes preparados permiten que el menor explore libremente, favoreciendo su confianza y su capacidad para tomar decisiones propias.

Otra ventaja fundamental es la estimulación temprana en áreas clave como la motricidad fina, el lenguaje y la concentración. Gracias a los materiales sensoriales cuidadosamente diseñados, los niños aprenden a través del juego y la experimentación. Esto no solo mejora el rendimiento cognitivo, sino que también cultiva la paciencia y el interés por descubrir el mundo que los rodea.

Además, comenzar Montessori a edad temprana fortalece la socialización y el respeto por el entorno y sus compañeros. Al promover actividades colaborativas y el respeto por los tiempos individuales, se facilitan vínculos sociales sanos y un profundo sentido de comunidad. Desde pequeños, los niños aprenden a valorar la diversidad y a desarrollar empatía de manera natural.

El aprendizaje basado en la autonomía es otro beneficio que destaca en la primera infancia. Montessori fomenta que el menor realice tareas por sí mismo, lo que alimenta su autoestima y seguridad. Esta autonomía temprana genera adultos capaces de gestionar sus emociones y solucionar problemas con creatividad y eficiencia.

Beneficio Impacto en el niño
Estimulación sensorial Mejora la percepción y el aprendizaje activo
Desarrollo del lenguaje Mayor vocabulario y fluidez verbal
Autonomía y responsabilidad Incrementa la independencia en tareas diarias
Habilidades sociales Fomenta la empatía y el trabajo en equipo
Concentración y disciplina Potencia la atención sostenida y el enfoque

Diferencias clave entre Montessori para bebés y niños en edad preescolar

Los enfoques Montessori para bebés y para niños en edad preescolar comparten una base común, pero muestran diferencias esenciales en la forma en que se adaptan a las etapas evolutivas y las necesidades específicas. En el caso de los bebés, la atención se centra en proporcionar un entorno seguro y rico en estímulos sensoriales que permitan descubrir el mundo por medio del tacto, el oído y la vista. Aquí, la autonomía se fomenta desde la exploración libre y la interacción física con materiales simples y naturales, diseñados para desarrollar habilidades motoras finas y gruesas.

Por el contrario, en la etapa preescolar, Montessori intensifica el énfasis en la independencia, la concentración y la capacidad de elección consciente. Los materiales se vuelven más estructurados y dirigidos hacia habilidades concretas como el lenguaje, las matemáticas y la coordinación motora. Además, el trabajo en grupo cobra protagonismo para potenciar habilidades sociales, mientras que la guía del adulto se convierte en una orientación sutil pero constante que respeta el ritmo individual de cada niño.

Aspectos clave que diferencian ambos enfoques incluyen:

  • La complejidad de los materiales y actividades.
  • El grado de independencia esperado.
  • El nivel de interacción social fomentado.
  • La intensidad de la guía pedagógica.
  • La finalidad de cada sesión educativa: exploración sensorial versus desarrollo cognitivo y social.
Elemento Bebés (0-18 meses) Niños preescolares (3-6 años)
Objetivo principal Exploración sensorial y motriz Desarrollo cognitivo y autonomía
Tipo de materiales Texturas, sonidos, objetos naturales Herramientas didácticas para lenguaje y matemáticas
Rol del adulto Guía protectora y observadora Orientador y facilitador del aprendizaje
Interacción social Limitada y supervisada Activa y parte clave del proceso
Duración de actividades Breves, enfocadas en el interés momentáneo Más prolongadas, orientadas a la concentración

Para elegir correctamente cuándo y cómo comenzar con Montessori, es fundamental reconocer estas diferencias. Mientras que con los bebés es prioritario respetar su ritmo y estimular sus sentidos sin presiones, con los niños en edad preescolar es clave ofrecer un ambiente donde puedan colaborar, tomar decisiones y consolidar habilidades académicas básicas, siempre respetando la naturaleza infantil. Este enfoque diseñado cuidadosamente asegura que cada etapa potencie al máximo el desarrollo integral del niño, convirtiendo la educación Montessori en una experiencia auténtica y eficaz desde los primeros meses hasta la preparación escolar.

Factores parentales y ambientales que influyen en el momento ideal para Montessori

El entorno familiar desempeña un papel crucial a la hora de determinar cuándo es adecuado iniciar la educación Montessori en casa o en un centro. Un ambiente que fomente la independencia, la curiosidad y el respeto por el ritmo del niño será un indicador claro de que el momento está próximo. Además, la disposición de los padres para adaptar rutinas, ofrecer materiales accesibles y acompañar sin imponer garantiza un aprendizaje natural y efectivo.

Dentro de los factores parentales, la actitud y el compromiso emocional son decisivos. Padres que valoran la autonomía y la autoexploración suelen crear espacios donde el niño se siente seguro para tomar la iniciativa. Por el contrario, expectativas excesivas o presiones pueden dificultar el desarrollo espontáneo y limitar la receptividad al método Montessori. Es esencial que los adultos estén alineados en la filosofía y preparados para acompañar sin apresurar.

El contexto ambiental también afecta significativamente el momento ideal para comenzar. Espacios ordenados, con materiales adecuados y accesibles, permiten que el niño explore a su ritmo, mientras que entornos caóticos o sobreestimulados pueden generar ansiedad o dispersión. La organización física del hogar o aula debe invitar al descubrimiento, facilitando actividades que promuevan la concentración y el aprendizaje auto dirigido.

Factores como la dinámica familiar, la disponibilidad de tiempo y la influencia de otros cuidadores moldean la respuesta del niño frente a Montessori. Cuando existe una comunicación fluida entre padres, educadores y cuidado complementario, se potencia la coherencia educativa y se optimizan los resultados. Por ello, es esencial valorar estas variables antes de lanzar el proceso para asegurar un inicio fructífero y acorde a las necesidades reales del menor.

Factor Indicador positivo Elemento a evitar
Actitud parental Paciencia y apoyo constante Imposición y expectativas rígidas
Ambiente físico Espacio ordenado y materiales accesibles Desorden y sobreestimulación visual
Comunicación familiar Coherencia entre cuidadores y familia Falta de coordinación educativa
Tiempos disponibles Momentos dedicados a la exploración y juego Horarios ajustados y apresurados
Apoyo emocional Respeto y escucha activa Críticas frecuentes y rechazo emocional

Consejos prácticos para adaptar el método Montessori en casa desde temprano

Implementar el enfoque Montessori en el hogar no requiere grandes cambios ni inversiones, sino la disposición para observar y acompañar al niño con respeto y paciencia. El primer paso es adecuar el espacio, creando un ambiente ordenado y accesible que promueva la autonomía. Por ejemplo, ubica muebles y materiales a la altura del niño, y sustituye objetos complejos por versiones ligeras y seguras que pueda manipular sin dificultad.

La selección de materiales es clave para que el aprendizaje sea significativo y atractivo. Opta por elementos cotidianos que estimulen los sentidos y la motricidad, como frascos con distintos contenidos, cubos de madera o juegos de encaje. Recuerda que la simplicidad es una virtud: menos opciones y más calidad, para evitar la sobreestimulación y favorecer la concentración.

Establecer rutinas flexibles y previsibles favorecerá la seguridad emocional del pequeño y facilitará su participación activa. Dedica momentos específicos para la exploración libre, la práctica de habilidades prácticas y la interacción con la familia. Millones de experiencias Montessori simples, repetidas con gusto, construyen la base para una educación autónoma y alegre.

El papel del adulto es acompañante, no instructor rígido. Practica la observación atenta para identificar los intereses y ritmos propios, ofreciendo opciones sin imponer. Utiliza un lenguaje claro, respetuoso y alentador para fomentar la autoestima y la iniciativa. La paciencia y la coherencia marcan la diferencia en la calidad de esta relación educativa.

Área Montessori Material sencillo para casa Beneficio clave
Sensorial Set de telas con distintas texturas Desarrollo del tacto y la concentración
Vida práctica Pequeñas jarras para verter agua Coordinación y autonomía
Lenguaje Tarjetas ilustradas con objetos comunes Ampliación de vocabulario
Matemáticas Cuentas de colores para clasificar Comprensión de patrones y números

El papel del desarrollo emocional en la decisión de empezar Montessori

El desarrollo emocional es una de las piedras angulares para decidir cuándo iniciar a un niño en la metodología Montessori. Antes de buscar la edad exacta, es fundamental observar cómo el pequeño maneja sus emociones, su capacidad de concentración y su autonomía. Estos indicadores revelan si está listo para beneficiarse plenamente de un entorno diseñado para promover la independencia y el aprendizaje activo.

En Montessori, no se trata solo de transmitir conocimientos, sino de acompañar a cada niño en su crecimiento afectivo y social. Un niño que ha desarrollado cierta estabilidad emocional puede interactuar mejor con el ambiente preparado, respetando los materiales y facilitando la convivencia con otros compañeros. Por eso, la comprensión y el respeto hacia sus sentimientos fortalecen su motivación interna para explorar y aprender.

Factores clave para evaluar el desarrollo emocional incluyen:

  • Capacidad para expresar sus necesidades y emociones sin frustrarse excesivamente.
  • Habilidad para autorregularse ante situaciones de conflicto o frustración.
  • Interés espontáneo por actividades que promueven la concentración y la autonomía.
  • Disposición para relacionarse con sus pares y adultos en un entorno respetuoso.

Esta evaluación también debe considerar las diferencias individuales: mientras algunos niños muestran una alta madurez emocional a los 2 años, otros necesitarán un poco más de tiempo. Por este motivo, la flexibilidad en la decisión es clave, evitando presionar el inicio prematuro que podría causar desmotivación o estrés.

Indicador emocional Observación positiva Recomendación Montessori
Expresión de emociones Utiliza palabras para comunicar su sentir Ideal para comunicación dentro de la clase
Autonomía Realiza tareas sencillas sin ayuda Favorece la participación en actividades del entorno
Concentración Se mantiene atento a una actividad durante 10 min Capacidad para involucrarse en materiales Montessori
Relaciones sociales Comparte y espera su turno Facilita la convivencia y respeto mutuo

Cómo seleccionar el ambiente Montessori más adecuado según la edad

Elegir un ambiente Montessori adecuado para cada etapa del desarrollo es fundamental para potenciar el aprendizaje y la autonomía del niño. En la primera infancia, entre 0 y 3 años, la atención se centra en un espacio seguro, con elementos de fácil manipulación y materiales que estimulan los sentidos. Este ambiente debe facilitar la exploración libre y la conexión con el mundo mediante objetos naturales, colores suaves y mobiliario adaptado a la estatura infantil.

Para niños de 3 a 6 años, el entorno se amplía con materiales que fomentan la motricidad fina, la concentración y la independencia. Aquí, la organización del espacio cobra gran importancia: estanterías bajas accesibles, zonas delimitadas para actividades prácticas y materiales autocorrectivos que permitan el aprendizaje basado en el error. Este espacio debe ser cálido, ordenado y fomentar la curiosidad.

A partir de los 6 años, la evolución del ambiente Montessori debe responder a la necesidad de abstracción y colaboración. Se incorporan materiales que invitan a la reflexión, el razonamiento lógico y proyectos grupales, sin perder de vista la libertad y responsabilidad individual. Un aula o rincón Montessori en esta etapa puede incluir herramientas para la lectura avanzada, geometría, ciencias, y un mobiliario que permita tanto el trabajo individual como en equipo.

Para seleccionar correctamente, es vital observar las necesidades específicas del niño y su ritmo, ya que Montessori no propone un modelo rígido sino adaptativo. Por ejemplo, si un menor de 4 años muestra gran interés por actividades prácticas, es recomendable potenciar estas áreas con materiales y espacios adecuados antes de introducir ejercicios más complejos. Flexibilidad y escucha activa marcan la diferencia para construir un ambiente verdaderamente motivador.

Edad Características del ambiente Materiales clave
0-3 años Seguro, sensorial, exploratorio Objetos naturales, superficies blandas, juguetes siliconados
3-6 años Ordenado, autocorrectivo, independiente Contadores, cajas de geometría, puzzles de madera
6+ años Abstracción, colaboración, reflexión Mapas, herramientas científicas, juegos de lógica

Errores comunes al iniciar Montessori y cómo evitarlos para un buen comienzo

Un error frecuente al iniciar Montessori es intentar instaurar el método de manera rígida y rápida, sin darle espacio al niño para adaptarse a los nuevos estímulos. La paciencia es clave, pues el auténtico aprendizaje empieza cuando el pequeño se siente cómodo explorando libremente. Recuerda que cada niño tiene su propio ritmo, y forzar actividades puede generar frustración en lugar de interés.

Otro desacierto común es subestimar la importancia del ambiente preparado. Un espacio desordenado o lleno de materiales inadecuados puede confundir y dispersar la atención del niño. Para evitarlo, establece un entorno ordenado, con mobiliario accesible y objetos escogidos cuidadosamente, que inviten a la autonomía y favorezcan la concentración.

Muchos padres piensan que Montessori es solo para actividades prácticas o manualidades, cuando en realidad su esencia abarca el desarrollo integral: cognitivo, emocional y sensorial. Para aprovechar al máximo este método, es fundamental ofrecer experiencias variadas que estimulen todos los sentidos y fomenten la curiosidad innata del niño.

La falta de coherencia entre el ambiente Montessori en casa y otros entornos puede generar confusión. Por eso, es importante que los cuidadores y educadores conozcan los principios básicos y mantengan una línea coherente en los mensajes y expectativas, evitando la sobreprotección o imposiciones excesivas.

Finalmente, la comparación constante con otros niños o con etapas establecidas puede desviar la atención del verdadero objetivo del método: el respeto por el desarrollo individual. En lugar de fijarte en estándares externos, observa y celebra los pequeños avances, asegurando que el acompañamiento sea siempre amoroso y motivador.

Recomendaciones expertas para integrar Montessori y fomentar la autonomía desde el inicio

Para integrar Montessori desde los primeros meses de vida, los expertos recomiendan crear un ambiente cuidadosamente preparado que invite al niño a explorar con libertad y seguridad. Iniciar con materiales naturales, de tamaños adaptados a sus manos, y espacios accesibles, fomenta la curiosidad innata y el deseo de aprender. Estos detalles no solo construyen confianza, sino que impulsan la autonomía al permitir que el bebé tome la iniciativa en su aprendizaje, respetando sus ritmos.

El aprendizaje autodirigido se enriquece con la observación atenta del adulto, que debe actuar como guía sin protagonismo excesivo. Respetar los intereses espontáneos del niño y ofrecer opciones sencillas para que elija desarrolla su capacidad para tomar decisiones desde temprano. Además, es vital inculcar rutinas flexibles que favorezcan la independencia en actividades cotidianas, tales como vestirse o alimentarse.

Consejos prácticos para padres y educadores:

  • Incorporar materiales didácticos Montessori adecuados a cada etapa.
  • Promover el orden y la sencillez en el entorno.
  • Fomentar el respeto a los tiempos del niño sin forzar aprendizajes.
  • Facilitar la autoexploración sin excesivas instrucciones.
  • Valorar y alentar las acciones que demuestren autonomía.

El desarrollo de la autonomía también se ve impulsado por la comunicación respetuosa y el lenguaje positivo. Los expertos subrayan la importancia de nombrar acciones y objetos para que el niño vaya comprendiendo su mundo y se sienta capaz de intervenir en él. Acompañar cada logro con palabras de reconocimiento refuerza el autoconcepto y la motivación para enfrentar nuevos retos.

Edad Habilidad a potenciar Material Montessori sugerido
0-6 meses Exploración sensorial Móviles en blanco y negro, telas de diferentes texturas
6-12 meses Manejo de objetos Bloques de madera, juguetes apilables
1-2 años Autonomía en el movimiento Andadores Montessori, utensilios para comer
2-3 años Autocuidado básico Cepillos dentales pequeños, ropa fácil de poner

Q&A

Preguntas frecuentes sobre ¿a qué edad empezar con Montessori? 5 claves para elegir bien

1. ¿A qué edad es recomendable iniciar a un niño en el método Montessori?

El método Montessori puede comenzar desde el nacimiento hasta la etapa preescolar, adaptándose a las capacidades y necesidades del niño en cada fase. Muchos expertos coinciden en que los primeros años, especialmente desde los 0 a 3 años, son fundamentales para fomentar la autonomía, la exploración y el desarrollo sensorial. Sin embargo, no hay una edad fija; lo importante es observar el ritmo individual del niño y ofrecer un ambiente preparado que estimule su aprendizaje natural.

2. ¿Es adecuado empezar Montessori si el niño tiene menos de un año?

Sí. El enfoque Montessori para bebés se centra en respetar su ritmo, estimulando sus sentidos y promoviendo la independencia desde etapas muy tempranas. A través de materiales simples, espacios ordenados y libertad para moverse, se estimula la motricidad y la curiosidad. Empezar con Montessori en la primera infancia puede fortalecer la confianza y el vínculo emocional, siempre con una atención respetuosa y amorosa.

3. ¿Qué factores debo tener en cuenta para elegir el momento ideal para mi hijo o hija?

Para decidir el mejor momento para introducir Montessori, considera el nivel de autonomía del niño, su curiosidad natural y el entorno familiar. Es clave evaluar si dispones de un espacio seguro y preparado, así como si puedes acompañar y fomentar la independencia de forma constante. Además, observa si el niño muestra interés por explorar y aprender activamente. Estas «claves» te permitirán adaptar la metodología sin forzar procesos.

4. ¿Montessori funciona en todas las edades o solo en la etapa preescolar?

Montessori es un método educativo que se puede aplicar desde la cuna hasta la adolescencia, adaptando los materiales y las actividades al desarrollo madurativo. Aunque es muy popular para la etapa preescolar, sus principios de respeto, autonomía y aprendizaje autónomo son igual de eficaces en primaria y secundaria. Por tanto, nunca es tarde para aprovechar el potencial de Montessori.

5. ¿Cómo puedo implementar Montessori en casa antes de que mi hijo inicie el colegio?

Comenzar Montessori en casa es posible y beneficioso; solo necesitas preparar un entorno ordenado, accesible y lleno de materiales adecuados para la edad del niño. Fomenta la libertad con límites claros, anima a que el niño realice tareas cotidianas y ofrece oportunidades de exploración sensorial y motriz. Además, la observación constante de sus intereses te ayudará a elegir actividades significativas que potencien su aprendizaje natural.

6. ¿Qué diferencias hay entre Montessori y otros métodos educativos en cuanto a la edad de inicio?

A diferencia de otros enfoques que imponen programas estructurados a edades tempranas, Montessori respeta el ritmo individual y promueve la autonomía desde el primer día. Esta flexibilidad permite comenzar incluso en la primera infancia, en un ambiente adaptado a las capacidades del niño. Otros métodos suelen esperar hasta la etapa preescolar, mientras que Montessori ofrece un camino más gradual y personalizado para el desarrollo integral.

Para concluir

En definitiva, comenzar con Montessori no tiene una única edad perfecta, sino que depende de cada niño y de las necesidades de tu familia. Al considerar aspectos como el momento adecuado para iniciar, la preparación del ambiente, la observación activa, la elección de materiales apropiados y la formación del adulto guía, estarás dando un paso firme hacia un aprendizaje auténtico y respetuoso. Estas claves te ayudarán a crear un espacio de crecimiento donde tu hijo pueda desarrollar su autonomía, curiosidad y amor por el aprendizaje desde los primeros años.

Te invitamos a poner en práctica estos consejos y descubrir cómo el método Montessori puede transformar la experiencia educativa en casa o en la escuela. ¿Qué dudas o experiencias tienes sobre este enfoque? Déjanos tus comentarios; nos encantará leerte y compartir ideas que enriquezcan esta aventura de educar con consciencia.

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