5 beneficios del movimiento en el aprendizaje Montessori que transforman a tu hijo

Los 5 beneficios del movimiento en el aprendizaje Montessori que transforman a tu hijo son una clave fundamental para potenciar su desarrollo integral. En un mundo donde el aprendizaje tradicional a menudo se basa en la inmovilidad y la repetición, incorporar el movimiento no solo despierta el interés y la motivación de los niños, sino que también favorece habilidades cognitivas, emocionales y físicas esenciales. Si eres padre, madre o educador, entender cómo el movimiento puede influir positivamente en el crecimiento de los pequeños te permitirá acompañarlos de manera más efectiva y consciente. En este artículo descubrirás cómo actividades que combinan el cuerpo y la mente, dentro del enfoque Montessori, fomentan la autonomía, mejoran la concentración, fortalecen la memoria, estimulan la creatividad y promueven un equilibrio emocional sólido. Estas ventajas no solo transforman el proceso de aprendizaje, sino que también contribuyen a formar niños más felices y seguros de sí mismos. Si quieres conocer por qué el movimiento es un aliado imprescindible en la educación Montessori y cómo aplicarlo para beneficiar a tu hijo, sigue leyendo; esta información puede marcar un antes y un después en su desarrollo.

Tabla de contenido

El impacto positivo del movimiento en el aprendizaje infantil según Montessori

La filosofía Montessori reconoce el movimiento como un vehículo esencial para que los niños exploren y comprendan su entorno. Cuando el aprendizaje se combina con la actividad física, el desarrollo cognitivo se acelera, facilitando la adquisición de habilidades complejas de forma natural y autónoma. Este enfoque permite que los pequeños no solo memoricen datos, sino que también vivan el conocimiento a través de la experiencia directa y el descubrimiento personal.

En las aulas Montessori, el movimiento intencionado potencia la coordinación motriz fina y gruesa, habilidades fundamentales para el desarrollo integral del niño. Al manipular materiales diseñados para promover la destreza, los niños mejoran su concentración y precisión, lo que a su vez fortalece conexiones neuronales clave para la resolución de problemas y la creatividad.

El movimiento también impulsa la autonomía emocional y la autoestima. Al permitir que los niños elijan sus actividades y se desplacen libremente, se fomenta un sentido de independencia que refuerza la confianza en sus propias capacidades. Este empoderamiento sostiene una actitud positiva hacia el aprendizaje y facilita la adaptación a nuevos desafíos escolares y sociales.

Los beneficios del movimiento se reflejan asimismo en la mejora del lenguaje y la comunicación. Las actividades corporales sincronizadas con la interacción social y verbal estimulan regiones cerebrales responsables del desarrollo lingüístico. Por eso, el método Montessori integra juegos y ejercicios que combinan el gesto con la palabra, facilitando una expresión más fluida y segura.

En resumen, el impulso del movimiento en el aprendizaje Montessori no es meramente un complemento; es una estrategia revolucionaria para transformar la educación infantil. Al fomentar una experiencia activa, multisensorial y autónoma, se coloca al niño en el centro de su propio crecimiento, cultivando capacidades que perduran mucho más allá del aula.

Cómo el desarrollo motor favorece la concentración y la autonomía en el niño

El desarrollo motor no solo implica el fortalecimiento físico del niño, sino que también establece las bases para una mayor capacidad de concentración. Cuando los niños exploran su entorno a través del movimiento, mejoran la conexión entre sus neuronas y potencian la coordinación entre mente y cuerpo. Esta interacción favorece el enfoque sostenido en actividades específicas, evitando la dispersión típicamente asociada con largos periodos de inactividad.

La autonomía surge de la confianza que el niño construye al descubrir sus habilidades motrices. Con el movimiento, aprende a gestionar sus propios límites, a resolver pequeños desafíos cotidianos y a tomar decisiones con seguridad. Esta independencia progresiva es un pilar esencial en el método Montessori, donde cada logro motriz se celebra como un paso hacia el dominio personal y la autogestión.

Además, el desarrollo motor impulsa habilidades cognitivas cruciales:

  • Mejora la percepción espacial y la orientación.
  • Potencia la capacidad de planificación y organización.
  • Facilita la memoria de trabajo al integrar acciones secuenciales.

Estas capacidades favorecen que el niño mantenga su atención durante más tiempo y se sienta motivado a finalizar lo que empieza.

El aprendizaje de movimientos coordinados también fortalece la regulación emocional. Al practicar actividades físicas, los niños controlan sus impulsos, reconociendo cuándo deben calmarse o aumentar la intensidad de su acción. Este equilibrio interna ayuda a crear un ambiente propicio para el aprendizaje profundo, donde la mente está despejada y el cuerpo, en armonía.

Beneficio motor Impacto en la concentración Relación con la autonomía
Equilibrio y coordinación Refuerza la atención sostenida Permite realizar tareas sin ayuda
Movimientos finos Mejora la destreza y precisión Favorece la independencia en actividades cotidianas
Exploración activa Estimula la curiosidad y el interés Impulsa la toma de decisiones segura

Movimiento y estimulación cerebral: claves para potenciar la inteligencia desde temprano

El movimiento constante no solo fortalece el cuerpo, sino que también actúa como un poderoso catalizador para el desarrollo cerebral en los más pequeños. A través de acciones físicas sencillas, como gatear, caminar o manipular objetos, se activan áreas neuronales clave que están vinculadas al aprendizaje, la concentración y la memoria. Este proceso, conocido como neuroplasticidad, se estimula eficazmente desde edades tempranas mediante la práctica motriz, facilitando una inteligencia más ágil y flexible.

Además, la integración de actividades motrices con ejercicios cognitivos potencia la sinergia entre hemisferios cerebrales. Por ejemplo, al combinar movimientos coordinados con la resolución de problemas o la exploración sensorial, el cerebro desarrolla conexiones más sólidas y especializadas. De esta manera, la mente se vuelve más eficiente en la gestión de información, mejorando habilidades como la atención sostenida, el razonamiento y la creatividad.

En la pedagogía Montessori, se promueve el aprendizaje activo, donde los niños tienen la libertad para experimentar su entorno a través del movimiento. Esta metodología respeta el ritmo natural del desarrollo, favoreciendo que cada niño despliegue su potencial intelectual sin presiones. El movimiento dirigido y autónomo no solo estimula las zonas motoras del cerebro, sino que también refuerza la autoestima y la motivación intrínseca para aprender.

Beneficios prácticos de combinar el movimiento y la estimulación cerebral:

  • Mejora la coordinación ojo-mano.
  • Estimula la percepción espacial y el control postural.
  • Refuerza la memoria procedimental y la capacidad de concentración.
  • Facilita la expresión emocional y el equilibrio psicológico.
  • Promueve habilidades sociales mediante juegos colaborativos.
Edad Actividad motriz Área cerebral estimulada Beneficio cognitivo
0-2 años Gateo y arrastre Corteza motora y sensorial Coordinación y memoria sensorial
3-5 años Juegos con objetos y desplazamientos Lóbulos frontales Resolución de problemas y concentración
6-8 años Actividades de equilibrio y coordinación fina Cerebelo y corteza prefrontal Planificación y control emocional

Estrategias Montessori para integrar la actividad física en la rutina educativa diaria

Incorporar el movimiento en la rutina educativa diaria no solo impulsa el desarrollo físico, sino que también potencia la adquisición de conocimientos de manera natural y efectiva. Una estrategia clave Montessori es el diseño de ambientes preparados que invitan a los niños a explorar a través del desplazamiento libre y la manipulación activa. Estos espacios son intencionalmente organizados para que el pequeño pueda acceder a materiales a su nivel, fomentando su autonomía y motivación para interactuar en constante movimiento.

El uso de actividades sensoriales que impliquen desplazamientos simples, como caminar sobre diferentes texturas o trasladar objetos, estimula la coordinación motriz y la concentración. Además, integrar ejercicios prácticos de vida diaria -como barrer, regar plantas o vestirse- permite a los niños adquirir independencia mientras ejercitan su cuerpo, creando así un vínculo directo entre movimiento y aprendizaje funcional.

Las transiciones dinámicas entre actividades también son una herramienta valiosa. En lugar de tiempos prolongados de inactividad, se pueden implementar breves pausas de estiramientos, juegos de equilibrio o danza libre, que reactivan la atención y reducen la fatiga mental. Estas pausas motoras actúan como recargas cognitivas que mejoran la retención y la disposición para afrontar nuevos retos educativos.

Para maximizar estos beneficios, es fundamental que el adulto guíe sin imponer, ofreciendo opciones y respetando el ritmo individual del niño. La observación cuidadosa permite adaptar el movimiento a las necesidades específicas de cada alumno, promoviendo así un aprendizaje personalizado y profundo que aprovecha al máximo las capacidades físicas y cognitivas emergentes.

Estrategia Montessori Beneficio para el niño Ejemplo práctico
Ambientes preparados accesibles Autonomía y exploración libre Estanterías a su altura para materiales
Actividades prácticas Coordinación y habilidades motrices Transportar bandejas o regar plantas
Pausas motoras activas Mejora de la concentración Ejercicios suaves o juegos de equilibrio
Observación individualizada Aprendizaje adaptado y personalizado Adaptar actividades según intereses y necesidades

Beneficios emocionales del aprendizaje activo y el juego en el método Montessori

El aprendizaje activo y el juego en el método Montessori fomentan un desarrollo emocional profundo, ya que permiten que los niños exploren su entorno con autonomía y confianza. Esta libertad para experimentar genera un sentido de seguridad interna que impulsa la autoestima y fortalece la identidad personal desde edades tempranas.

Al involucrarse en actividades que combinan movimiento y descubrimiento, los niños desarrollan habilidades socioemocionales esenciales, como la empatía y la gestión de emociones. La interacción con el entorno y con sus compañeros en un espacio diseñado para el respeto mutuo crea un clima propicio para expresarse libremente y resolver sus propios conflictos de manera autónoma.

Además, el aprendizaje a través del juego favorece la creatividad y la resiliencia. Los pequeños aprenden a pensar en soluciones nuevas y a enfrentar situaciones inesperadas sin frustrarse, lo que promueve la regulación emocional y la paciencia. Estas competencias son vitales para su bienestar psicológico y para afrontar retos futuros con una actitud positiva.

Aspectos emocionales potenciados por el movimiento y el juego Montessori

  • Autoconocimiento y autoaceptación
  • Capacidad para expresar emociones
  • Cooperación y respeto hacia los demás
  • Manejo positivo del estrés y la frustración
  • Sentido de pertenencia y seguridad
Emoción fortalecida Actividad representativa Beneficio clave
Confianza Exploración libre de materiales Desarrollo de autoestima
Empatía Juegos cooperativos Relaciones saludables
Paciencia Resolución de retos prácticos Regulación emocional

En definitiva, el método Montessori transforma el aprendizaje en una experiencia integral donde el movimiento y el juego no solo educan la mente, sino también el corazón. Esta conexión emocional robusta es lo que convierte a tu hijo en un ser equilibrado, capaz de enfrentar el mundo con alegría y seguridad.

Fomentar la creatividad y la resolución de problemas mediante el movimiento controlado

La integración del movimiento controlado en el aprendizaje diario es una herramienta poderosa para estimular el pensamiento crítico y la ingeniosidad en los niños. En Montessori, el cuerpo no solo es un vehículo para desplazarse, sino un aliado activo en la exploración y la experimentación constante. Cuando un niño manipula objetos, cambia de posición o interactúa con su entorno de forma armoniosa, está fomentando habilidades cognitivas que serán fundamentales para resolver desafíos complejos más adelante.

Este enfoque promueve un aprendizaje multisensorial, donde la mente y el cuerpo se sincronizan. Al moverse con intención, el pequeño aprende a evaluar el espacio, calcular distancias y aplicar lógica, elementos esenciales para abordar problemas desde diversas perspectivas. Además, el movimiento guiado cultiva paciencia, concentración y perseverancia, pilares indispensables para enfrentar situaciones inesperadas.

Beneficios concretos del movimiento en la creatividad y resolución de problemas:

  • Estimula la imaginación al permitir experimentar con diferentes formas y funciones.
  • Facilita la conexión entre ideas abstractas y acciones concretas.
  • Refuerza la autoevaluación mediante la prueba y el error físico.
  • Potencia la confianza para tomar decisiones basadas en la experiencia directa.
Habilidad desarrollada Ejemplo de movimiento controlado Beneficio para la resolución
Coordinación óculo-manual Manipulación de piezas de rompecabezas Mejora la precisión y el análisis detallado
Equilibrio y postura Caminar sobre una línea trazada Fomenta concentración y control emocional
Planificación motora Construcción con bloques modulares Desarrollo de estrategias y anticipación

En definitiva, estos movimientos intencionados se convierten en pequeñas investigaciones que incentivan a los niños a pensar por sí mismos y actuar con propósito. Este método les ofrece un espacio seguro para probar ideas, ajustar su comportamiento y descubrir soluciones innovadoras, factores clave que no solo impactan su aprendizaje sino también su crecimiento integral.

Consejos prácticos para adaptar el espacio del hogar y facilitar el aprendizaje kinestésico

Optimizar el entorno del hogar para un aprendizaje kinestésico implica crear un espacio que invite al movimiento y la exploración constante. Empieza por organizar zonas específicas donde el niño pueda experimentar con diferentes materiales y actividades físicas, como una alfombra amplia para moverse libremente y estanterías bajas con objetos al alcance y ordenados, que fomenten la autonomía.

Incorpora muebles multifuncionales y adaptables, por ejemplo, mesas con altura regulable o sillas cómodas que permitan cambiar fácilmente la postura. Estos elementos no solo aseguran confort, sino que también estimulan la participación activa y el desarrollo de la motricidad fina y gruesa, pilares en la metodología Montessori.

Utiliza recursos que mezclen actividades táctiles y motrices, tales como puzzles grandes, bloques de construcción o tableros con texturas naturales. La integración de estos materiales favorece un aprendizaje multisensorial, esencial para que el niño procese la información desde diferentes canales y fortalezca su concentración sin perder la movilidad.

Es fundamental mantener los espacios libres de obstáculos y con iluminación natural adecuada. Un entorno despejado y bien iluminado reduce las distracciones y permite que el pequeño se enfoque en sus movimientos y tareas de manera segura y eficiente. Además, las plantas o elementos naturales pueden añadir una atmósfera relajante que motiva al niño a permanecer activo y curioso.

Elemento Función Ejemplo práctico
Alfombra antideslizante Zona para movimiento libre Área de juegos y ejercicios de equilibrio
Estanterías bajas Acceso autónomo a materiales Organización de juguetes y libros
Muebles adaptables Confort y postura saludable Mesas ajustables y bancos móviles
Materiales multisensoriales Estimulación táctil y motriz Bloques, puzzles y tableros texturizados
Iluminación natural Ambiente seguro y estimulante Ventanas grandes y cortinas ligeras

La importancia de respetar el ritmo y las necesidades motrices del niño en su desarrollo

Cada niño es un universo único que se desarrolla a un ritmo particular, y eso debe ser respetado para fomentar un aprendizaje auténtico y efectivo. Forzar o acelerar habilidades motrices sin considerar las etapas naturales del desarrollo puede generar frustración, inseguridades y dificultades a largo plazo. Por eso, atender a sus necesidades motrices no solo potencia su bienestar físico, sino que también favorece la consolidación de capacidades cognitivas y emocionales, pilares fundamentales en el método Montessori.

El movimiento es el lenguaje innato del niño, una forma de explorar, conocer y comprender el mundo que lo rodea. Cuando el entorno se adapta para ofrecer desafíos adecuados a su nivel, el pequeño gana confianza y autonomía. Esta libertad respetuosa promueve que el niño se sienta capaz y motivado, aspectos cruciales para su autoestima y disposición hacia el aprendizaje. Así, el desarrollo motriz y emocional van de la mano, creando un ciclo virtuoso imprescindible.

Respetar su ritmo implica observar cuidadosamente sus señales y responder a ellas con actividades que estimulen su equilibrio, coordinación y control corporal sin imponer tiempos rígidos. Entre las necesidades motrices esenciales destacan:

  • Desarrollo de la motricidad gruesa mediante el juego libre y desplazamientos naturales.
  • Estimulación de la motricidad fina que prepara sus manos para la escritura y otras habilidades.
  • Fomento del equilibrio y la postura para fortalecer la conexión mente-cuerpo.
  • Permitir pausas y descanso para evitar la sobrecarga y favorecer la recuperación.

Descuidar estas etapas puede acarrear problemas como dificultad para concentrarse, menor rendimiento escolar o incluso inseguridad afectiva. Por ello, es vital que los adultos, ya sean padres, educadores o cuidadores, adopten una actitud de respeto y acompañamiento, donde la observación constante y el ajuste del ritmo sean protagonistas. De esta forma, el aprendizaje se convierte en una experiencia placentera y satisfactoria.

Aspecto motriz Beneficio al respetar el ritmo
Motricidad gruesa Mayor coordinación y control postural
Motricidad fina Mejora en habilidades manuales y precisión
Equilibrio Menor riesgo de caídas y mayor confianza
Autonomía Incremento de la motivación y autoeficacia

Cómo el movimiento en Montessori fortalece la coordinación y la confianza personal

El movimiento constante en el enfoque Montessori no solo nutre el cuerpo, sino que también es una herramienta fundamental para el desarrollo de la coordinación motriz en los niños. A través de actividades diseñadas para estimular el control del propio cuerpo, los pequeños logran perfeccionar la sincronización entre sus ojos, manos y pies, mejorando así su capacidad de manipular objetos y desplazarse con seguridad en su entorno.

Cada ejercicio propuesto, desde trasladar objetos hasta subir escaleras o realizar trabajos con materiales específicos, contribuye a fortalecer conexiones neuronales que favorecen la estabilidad y la precisión en los movimientos. La repetición guiada, sin presión ni corrección constante, genera un aprendizaje orgánico que consolida la memoria muscular y facilita la autonomía motriz.

  • Mejora de la percepción espacial: Entender la distancia, el tamaño y la orientación del propio cuerpo en relación al espacio.
  • Desarrollo de la motricidad fina: Control minucioso que influye en la escritura y en la manipulación de herramientas.
  • Balance y estabilidad: Fundamental para actividades diarias y deportivas, incrementa la confianza al moverse.

Esta confianza adquirida tras el dominio progresivo de las habilidades físicas no solo se traduce en un mejor desempeño durante el juego o la escuela, sino que también impulsa la autoestima y el sentido de seguridad personal. Cuando un niño sabe que puede moverse con soltura y eficacia, su disposición para enfrentar nuevos retos y explorar el mundo crece exponencialmente.

Habilidad motriz Impacto en la confianza
Equilibrio y coordinación Autonomía para explorar sin miedo
Motricidad fina Satisfacción al completar tareas
Control postural Seguridad en actividades diarias
Coordinación ojo-mano Mayor concentración y enfoque

Incorporar el movimiento consciente para mejorar la atención y el bienestar integral del niño

Fomentar el movimiento consciente en los niños es una estrategia esencial para optimizar su capacidad de atención y potenciar su bienestar integral. A través de actividades físicas dirigidas que promueven la atención plena, el pequeño aprende a conectar cuerpo y mente, estableciendo una base sólida para la autorregulación emocional y cognitiva. En este sentido, el movimiento no solo fortalece el desarrollo motor, sino que también actúa como un catalizador para la concentración y el aprendizaje efectivo.

Incorporar ejercicios que impulsan la respiración controlada, la coordinación y la percepción espacial favorece un mejor estado anímico y reduce los niveles de estrés, factores que intervienen directamente en la calidad del foco atencional. Estas prácticas conscientes permiten que el niño experimente sus propias sensaciones internas, adoptando una postura activa frente a sus emociones y pensamientos, fortaleciendo su autocontrol y autoestima.

Además, se ha demostrado que integrar rutinas de movimiento consciente ayuda a mejorar la memoria de trabajo y la planificación, competencias clave en los procesos de aprendizaje. Por ejemplo, actividades como el juego libre estructurado, el yoga adaptado o el caminar pausado fomentan la conciencia corporal y mental, facilitando la adquisición de nuevos conocimientos y habilidades con mayor eficacia.

Beneficios inmediatos y a largo plazo de la integración del movimiento consciente en el aprendizaje:

  • Incremento significativo en la capacidad de concentración y escucha activa.
  • Disminución de la ansiedad y mejor gestión emocional.
  • Mayor facilidad para la resolución de problemas y toma de decisiones.
  • Desarrollo integral que enlaza lo cognitivo, emocional y físico.
  • Establecimiento de hábitos saludables que perduran en el tiempo.
Tipo de Movimiento Beneficio principal Ejemplo práctico
Movimientos rítmicos Mejora del ritmo y la atención sostenida Balanceo lento acompañado de respiración
Ejercicios de coordinación Desarrollo de la integración visomotora Juegos con pelotas o cuerdas
Movimiento consciente Fortalecimiento de la autorregulación emocional Yoga para niños o mindfulness en movimiento

Q&A

Preguntas frecuentes sobre el movimiento en el aprendizaje Montessori

1. ¿Por qué es tan importante el movimiento en el método Montessori para el desarrollo infantil?
El movimiento es una pieza clave en el aprendizaje Montessori porque está vinculado directamente al desarrollo cognitivo, motor y emocional del niño. A través del movimiento libre, los pequeños exploran su entorno, mejoran la coordinación y fortalecen la conexión entre mente y cuerpo. Esto activa áreas cerebrales esenciales para el aprendizaje, favorece la concentración y fomenta la autonomía, elementos fundamentales para que el niño se convierta en un aprendiz activo y seguro.

2. ¿Cómo favorece el movimiento el aprendizaje autónomo en niños según Montessori?
En Montessori, el movimiento permite que el niño tome decisiones y controle su propio ritmo de aprendizaje. Al desplazarse libremente y manipular materiales diseñados para fomentar la exploración sensorial, el niño desarrolla independencia y confianza. Esta autonomía no solo potencia sus habilidades motrices, sino que también incentiva la curiosidad y el pensamiento crítico, facilitando un aprendizaje profundo y significativo que perdura en el tiempo.

3. ¿Qué beneficios emocionales aporta el movimiento integrado en el método Montessori?
El movimiento en el aprendizaje Montessori contribuye a regular las emociones y reducir el estrés, porque permite a los niños canalizar su energía de forma saludable. Al moverse con libertad y sentido, los niños mejoran su autoestima y desarrollan una actitud positiva hacia el aprendizaje. Además, la práctica constante de actividades que implican control corporal fomenta la paciencia, la perseverancia y la autoestima, fortaleciendo el bienestar emocional.

4. ¿De qué manera el movimiento mejora la concentración y la atención en los niños Montessori?
El movimiento, especialmente cuando está integrado en actividades prácticas, ayuda a los niños a mantener la atención por periodos más largos. Montessori promueve movimientos repetitivos y controlados que involucran toda la motricidad fina y gruesa, facilitando una mejor conexión neuronal. Esa sincronía entre acción y pensamiento incrementa la capacidad de concentración, lo que se traduce en un aprendizaje más eficiente y en una mayor capacidad para resolver problemas.

5. ¿Cómo puedo aplicar el principio de movimiento en el aprendizaje en casa siguiendo Montessori?
Para aplicar el movimiento en el aprendizaje en casa, es fundamental ofrecer un espacio seguro y libre donde el niño pueda explorar y desplazarse a su ritmo. Integrar actividades que impliquen desplazamientos, manipulación de objetos y tareas prácticas ayuda a reproducir los beneficios del método Montessori. Además, es clave respetar sus tiempos y observar sus intereses para adaptar las experiencias motrices a su desarrollo, potenciando así su autonomía y entusiasmo por aprender.

Conclusiones clave

En definitiva, integrar el movimiento en el aprendizaje Montessori no solo potencia el desarrollo físico de tu hijo, sino que también impulsa su concentración, creatividad, autonomía y bienestar emocional. Estos cinco beneficios clave muestran cómo el aprendizaje activo y corporal puede transformar la manera en que los niños exploran el mundo y adquieren conocimientos de forma natural y motivadora. Al fomentar la libertad de movimiento y el aprendizaje a través de la experiencia, estarás contribuyendo a que tu hijo crezca seguro, curioso y con una base sólida para enfrentar los retos futuros.

Te invitamos a poner en práctica estas ideas y observar de cerca cómo evoluciona el aprendizaje de tu pequeño a través del juego, la exploración y el movimiento consciente. ¿Has notado ya algunos de estos beneficios en casa? Comparte tu experiencia en los comentarios, nos encantaría leer tu historia y seguir aprendiendo juntos.

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